sábado, 24 de enero de 2009

¿De qué cojones van?

Quiero aprovechar la oportunidad que me da mi blog (por ser mío) para quejarme públicamente del comportamiento del pasado jueves en el concierto de Lori Meyers en la sala Joy Eslva de Madrid. Una puta pena.

Soy un gran fan de Lori Meyers desde sus comienzos. Le he visto en diferentes ocasiones y emplazamientos (Sala Copernico de Madrid, Contempopranea en dos ocasiones, etc). Llevaba tiempo deseando que volvieran a pasar por Madrid, sobre todo tras el lanzamiento de su último disco "Cronolanea" que me parece increíble. El jueves era por fin el día.

Pero al final resulto ser una decepción absoluta. Los dos motivos fundamentales fueron:
1. La entrada anunciaba el inicio de las actuaciones a las 22:30 (adjunto foto para corroborar) y realmente empezaron a las 22:10.
2. El concierto duro exactamente 50 minutos.

¿Qué clase de tomadura de pelo es esta? Pocas veces había visto la sala Joy Eslava tan llena. De hecho me toco ver el concierto, lo poco que vi claro está, desde el segundo anfiteatro y en quinta fila; pero eso ya es culpa mía. La cuestión es que no es de recibo anunciar una hora de comienzo y luego hacer lo que a uno le de la gana.

No sé de quién es la culpa: si de ellos o de la sala. Me da igual. Aunque la sala tratase de imponer lo que  quisiera es culpa también del grupo por no haberse negado a esa limitación y/o por no haber hecho en consecuencia el concierto en otro emplazamiento, aunque fuese más pequeño y consiguiesen menos recaudación. A no ser que lo único que les importe sea esto claro está.

Fue vergonzoso. La gente no se movía. La gente chillando. La gente protestando. Tuvo que salir hasta el cantante en 2 ocasiones para pedir disculpas (una al escenario y otra a la calle porque la gente seguía en la puerta protestando). Menos disculpas y que nos devuelvan la pasta o repitan el concierto.

También fue vergonzoso el hecho de que aunque mucha gente intentaba obtener una hoja de reclamaciones, derecho legal por otro lado, sólo se nos diesen "largas" o los típicos: "Yo no soy el responsable", "Ahora viene el responsable", "Id a la puerta que allí las están repartiendo", etc, etc, etc.

No es el primer episodio de estas características que vivo yo en la Joy. En otra ocasión, cuando fui a ver a Athlete, paso algo similar con la diferencia de que no había movido tanta gente el concierto y la gente se conformo con un concierto de 8 temas nada más. Pero de Lori Meyers yo y todos los allí presentes esperabamos muuuuucho más.

En fin... Una vergüenza. A partir de ahora habría que boicotear a esta sala y no sé si también a los de Lori Meyers. Esto no se puede consentir la verdad.

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